Cuentos de príncipes y princesas...
“El cuento entre cuentos”
Érase una vez… Una bella princesa de dorados cabellos, princesa de cualquier cuento y cuya enorme y perenne sonrisa contagiaba alegría allá por donde pasara. Ella se llamaba Elisa Estefanía, a quien sus amigos llamaban Eli.
Aunque para mayor exactitud "Eli-Eli", ya que ella era única entre todas las “Elis”. Única como amiga y única entre todas las princesas de cualquier cuento.
Su alegría, saber estar, madurez y buenos modales siempre resonaron y marcaron los pasos de su seguro camino.
En dicho camino nunca construyó casas de paja que pudiera derribar el viento, ni de madera que pudiera quemar un fuego, sino de duro ladrillo y consistente hormigón armado, para que ningún lobo o pretendiente pudiera derrivarla.
Cual Caperucita Roja no pasaba una sola semana que no visitara a su abuelita sin que ningún animal feroz ni falso galán truncara sus planes y objetivos.
Para nosotras, tus amigas, siempre serás nuestra Blancanieves, risueña, optimista, desinteresada y fiel amiga, y aquí siempre tendrás a tus siete enanitos.
Y como en todo cuento, cuando el futuro parecía oscuro y truncado, cuando lo que siempre añoraste y perseguiste parecía desvanescese, cuando toda ayuda parecía poca aun teniendo familiares y amigos, llegó la gran sorpresa. Alguien acababa de encontrar tu zapatito de cristal perdido. Era la persona que volvería a dar rumbo a aquel barco que casi iba a la deriva. Llegó tu príncipe azul.
Un chico apuesto, simpático, amigable y sincero entró en tu vida. Las miradas y complicidad en los gestos lo decían todo. Tu media naranja, tu complemento ideal. En lugar de llegar en un apuesto caballo llegó convertido en él: “TU POTRO”. Habeis cabalgado juntos todos estos años como potrillos salvajes, cumpliendo y viviendo sueños, y si el destino os llevara al pais de muy muy lejano, no me cabe duda que una simple mirada sería un sí verdadero para afrontarlo juntos diciendo:
“VAMOS ALLÁ POTRA”
“VAMOS ALLÁ POTRO”
Potro!... Increible!... sólo vosotros sabéis cual es el sentimiento real de tal calificativo, pero os diré lo que a nosotras nos transmite viniendo de tan apuesto galán.
Jose… tú eres aquel amigo que cualquiera desearía tener. Eres quien nos lleva al pais de nunca jamás en cada tertulia o en cada caña que tomamos. Tú nos conviertes en niños perdidos y nos trasladas, apartándonos del día a día, a un mundo ya olvidado y añorable.
Haces que aflore ese lado infantil y sincero que llevamos dentro y por un segundo, un minuto, una hora o un día nos haces felices y consigues parar las agujas de nuestros relojes.
En fin amigos. Familiares. Pareja. Jose y Eli, Eli y Jose. Hoy no es el final de este cuento, sino un punto de inflexión en el que marcamos un antes y un después. En el que vuestras vidas se unen de una forma especial para formar una sola. Hoy es el día del “SER FELICES Y COMER PERDICES”, pero acordaos siempre de algo:
Eli!... el espejito siempre dirá que tú eres la más bella.
Jose!... Sigue siendo siempre su potro hasta muy muy lejano
Eli!... Recuerda que tienes un príncipe que siempre te besará con amor verdadero
Jose!... Lucha con Garfio para que nunca te haga cambiar
Jose y Eli!... Eli y Jose!... Vuestros siete enanitos, siempre siempre, estarán con vosotros.
Y para terminar
Jose y Eli!... Eli y Jose!... TERMINAD VOSOTROS ESTE BONITO CUENTO.
Reportajes de Bodas en Cortijo Dos Fuentes...
